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Cocinar con destilados: recetas que elevan la cocina mexicana

Cocinar con destilados: recetas que elevan la cocina mexicana

ESPAÑOL (versión actualizada)

Cocinar con destilados: recetas que elevan la cocina mexicana

En SOM no solo servimos destilados para beberlos. También los usamos como ingredientes vivos en la cocina. Y no, no hablamos de flambeados de show o salsas al azar con tequila.
Hablamos de integrar el carácter de un destilado en el corazón del platillo.

Porque en manos cuidadosas, un buen pox, un sotol o un ron artesanal no solo aromatiza: transforma.

 


 

¿Por qué cocinar con destilados?

  1. Aportan profundidad

    Un buen destilado artesanal está lleno de capas: maíz, tierra, humo, madera, fermento. Cuando se cocina con él (en reducciones, marinados, fondos o salsas), esas notas se integran y potencian el sabor base del platillo.
  2. Conectan la barra con la cocina

    Cocinar con los mismos ingredientes que servimos en la copa crea un diálogo entre el maridaje y el sabor, haciendo que la experiencia sea más redonda.
  3. Refuerzan la identidad

    Usar pox para marinar cerdo, ron de caña chiapaneco para una salsa, o destilado de pulque en una vinagreta, no solo es creativo: es un acto cultural. Es hablar de México sin decir una palabra.

 


 

Algunos ejemplos de la casa

  • Chamorro al pox: cocinado lentamente con Siglo Cero, ajo, hierbas y fondo de hueso. El pox suaviza la grasa y deja un aroma ahumado y herbal.
  • Salsa de tamarindo con ron agrícola: reducción ácida y dulce para acompañar carnes, con Ron Libertad Dorado.
  • Ensalada con vinagreta de pulque destilado: fresca, ácida, compleja. Una forma elegante de usar fermentación y territorio en crudo.
  • Mole con sotol: el sotol aporta notas secas y especiadas que acentúan el cacao y el chile.
  • Bolitas de sotol: queso menonita de Chihuahua macerado en sotol, empanizado y frito. Por dentro: cremosas, con notas herbales y fermentadas. Por fuera: crujientes. Perfectas para acompañar con un sotol del mismo lote.

 


 

¿Y el maridaje?

Cuando cocinas con el mismo destilado que vas a beber, se crea un puente sensorial. Cada trago refuerza y revela nuevas capas del platillo, y viceversa.
Es cocina y barra en la misma sintonía.

 


 

En SOM cocinamos con lo que servimos

Y eso lo cambia todo.
Porque el sabor también se destila.

 


 

ENGLISH (updated version)

Cooking with Spirits: Recipes That Elevate Mexican Cuisine

At SOM, we don’t just serve spirits—we cook with them.
And we’re not talking about flashy flambés or random tequila sauces.
We mean carefully integrating the essence of a spirit into the soul of the dish.

Because in the right hands, a good pox, sotol, or artisan rum doesn’t just add flavor—it transforms it.

 


 

Why cook with spirits?

  1. They add depth

    A well-made spirit is full of layers—corn, earth, smoke, wood, fermentation. When used in reductions, marinades, stocks, or sauces, these notes integrate and enhance the dish’s core flavors.
  2. They connect the bar and the kitchen

    Cooking with the same spirits we serve creates a dialogue between flavor and pairing, making the whole experience more cohesive.
  3. They reinforce identity

    Using pox to marinate pork, Chiapas cane rum in a sauce, or pulque distillate in a vinaigrette isn’t just creative—it’s cultural.
    It tells the story of Mexico without saying a word.

 


 

Some house examples

  • Pox-braised pork shank: slow-cooked with Siglo Cero, garlic, herbs, and bone broth. The pox softens the fat and leaves a smoky, herbal aroma.
  • Tamarind sauce with agricole rum: sweet and tangy reduction for meats, using Ron Libertad Dorado.
  • Salad with pulque distillate vinaigrette: fresh, acidic, complex. A refined way to use fermentation and terroir.
  • Mole with sotol: sotol adds dry, spiced notes that deepen the cacao and chili layers.
  • Sotol cheese bites: Menonite cheese from Chihuahua marinated in sotol, breaded and fried. Inside: creamy, with herbal and fermented notes. Outside: crispy. Best enjoyed with the same sotol it was made with.

 


 

And the pairing?

Cooking with the same spirit you’re drinking builds a sensory bridge.
Each sip reinforces and reveals new notes in the dish—and vice versa.

 


 

At SOM, we cook with what we pour

And that changes everything.
Because flavor, too, can be distilled.